Contacta con las empresas que piensas que pueden necesitar un perfil como el tuyo o que pueden ofrecerte trabajo:

  • Envía currículos, según lo tengas planificado, a las empresas que tengas elegido.

  • Aprovecha las posibilidades del correo electrónico, pero no olvides el correo postal.

  • Si es posible, realiza la entrega de modo personal.

  • Saca provecho del potencial de Internet.

  • En relación a este último punto, ten en cuenta que la aparente informalidad que rodea el mundo de Internet no implica que se descuiden las formas ni los documentos que aportas a la empresa vía su dirección electrónica. Las cartas de presentación siguen siendo necesarias.

  • Si envías tu currículum por correo electrónico conviene que se trate de un archivo no muy extenso. Datos imprescindibles: formación, experiencia laboral, idiomas, conocimientos de ofimática y tus posibilidades de movilidad geográfica.

  • La carta de presentación debe ir en el texto del cuerpo del correo electrónico e o currículum como archivo adjunto.

  • Es fundamental comprobar que el archivo que se envía no contenga ningún virus.

  • Indica claramente en el asunto del mensaje la referencia de la oferta de trabajo, o en su ausencia, el tipo de trabajo al que quieres optar, que ayudará mucho a su clasificación.

  • La permanencia de un currículum en una base de datos es de aproximadamente 6 meses, por lo que no es conveniente que renueves tu candidatura antes (a no ser que haya cambios importantes en tu CV), ya que lo único que conseguirás será duplicar los datos y confundir a la empresa que gestiona la oferta de empleo.